CRÓNICA
La primera actividad del día fue maquillarnos para que pareciera que teníamos grandes heridas o que nos habían pegado un tiro. Supongo que parecería real porque los niños del otro campamento se lo creyeron y se asustaron bastante. Comimos y después del timpo libre hicimos una dinámica de confianza en los demás y miedo de lo que nos pudiera pasar por hacerles caso.
Los pioneros nos fuimos a hacer un juego de rastreo en el que recorrimos entre 6 y 8 km en hora y media. En la cena nos dimos cuenta de lo pesados que son los del otro campamento, que cantan más que comen. Por la noche hicimos los pioneros un juego de miedo, el del "Chululu" y los demás uno en el que los monitores los asustaban.
Hoy es el último día de campamento. Por la mañana hemos jugado a un montón de deportes pero con la diferencia de que llevábamos unos prismáticos atados a la gorra y se veía todo más grande. Esta tarde nos tocará hacer una gymkhana acuática que veremos si se puede hacer porque hace bastante viento y esta noche haremos una verbena para despedirnos. Aquí acaba esta especia de "diario" del campamento.
ANÉCDOTA
Cuando nos maquillamos una de las niñas del otro campamento se asustó mucho a pesar de que le dijeron 50 veces que nos habíamos pintado. Lo peor fue cuando Edu y Joseda entraron en su cabaña... La niña ya no va sola a ningún sitio.
ENTREVISTA A ÁNGELA
- ¿Cómo te lo estás pasando en este campamento y que es lo que más te ha gustado?
- Super bien. Estoy conociendo un poco más a la gente, y lo que menos me gusta es regañar a los niños.
- ¿Por qué crees que vienen tan pocos monitores?
- El trabajo, pero seguro que alguno no viene porque no muestra mucho interés.
- ¿Qué harías para que vinieran más?
- Sería un poco imposible pero yo les pagaría para que así no tuvieran que trabajar en otro sitio.
- ¿Has conocido monitores del otro campamento? ¿Quién te ha caido mejor?
- Javi, el jefe del otro campamento.
- ¿Dónde harías el próximo campamento? ¿Por qué?
- En una zona de Córdoba, porque está cerca y se supone que haría más calor que aquí.
Irati Prat del Pozo
