San
Jorge nació en Capadocia, en el año 303. A los diecisiete años se alistó en la
caballería, donde pronto destacó por su valor.
En
cierta ocasión, fue a una ciudad llamada Selem, cerca de la cual había un
dragón, que tenía que ser alimentado diariamente con un ciudadano, escogido en
suerte.
El
día que San Jorge llegó allá, la suerte había recaído sobre la hija del rey,
Cleolinda. San Jorge resolvió que aquella doncella no debía morir y fue en
busca del dragón, que vivía en un pantano vecino y lo mató.
Cuando
se le presentaba una dificultad o un peligro por grande que pareciera –aun en
la forma de un dragón- ni la esquivaba, ni la temía, sino que le hacía frente
con todas sus fuerzas y las de su caballo. Aún cuando armado inadecuadamente,
pues sólo contaba con una lanza, se arrojó contra el dragón e hizo cuanto pudo,
venciendo la dificultad que nadie se había atrevido a mostrar.
De
esta manera exactamente es como los Scouts deben enfrentarse a las dificultades
y a los peligros, sin tomar en consideración los grandes o terroríficos que
pueden parecer, o lo mal equipados que se encuentren para hacerles frente.
Deberán mostrarse valientes y confiados, usando de todas sus fuerzas para
vencerlos y las probabilidades son que saldrán victoriosos".
Hoy,
23 de abril se celebra su festividad y nosotros queremos rendirle un pequeño
homenaje recordando el encuentro que tuvimos los días 22 y 23 de febrero en
Herencia.
Seis
de los siete Grupos que componen la Asociación Diocesana de Escultismo de
Ciudad Real, nos reunimos ese fin de semana en Herencia para celebrar la
festividad de San Jorge. Fue un encuentro muy importante, ya que tuvimos como
anfitriones al Grupo Scout La Inmaculada, un Grupo de reciente formación pero
al que le augura un gran futuro ya que cuentan con todos los elementos: ganas,
ilusión, formación, compromiso y colaboración por parte de las familias y la
parroquia.
Hicimos
multitud de actividades, relacionadas con nuestro lema “Quítate la máscara”,
los castores fueron unos coloridos arlequines, los lobatos unos valientes
caballeros, la tropa unos alegres trovadores, los pioneros unos fornidos
campesinos y los rutas unos doctores de la peste un tanto peculiares.
No
hace falta decir que nos lo pasamos en grande, hubo reencuentros, charlas,
risas, canciones, caminatas, abrazos y despedidas, pero siempre con la
confianza de volvernos a encontrar, <<porque una vez scout, siempre
scout>>.
A continuación os dejamos la velada que tuvimos el placer de presenciar.
El
Grupo Scout Azogue quiere dar las gracias al Consejo Diocesano de la ADECR, a
los coordinadores de actividades, a la Parroquia La Inmaculada de Herencia, al
Ayuntamiento, a los Colegios, a las Hermandades, a todas las empresas
colaboradoras, a las familias y al Grupo Scout La Inmaculada.